Aunque mi intención no es priorizar los temas a tratar en función de su actualidad, hoy voy a obviar esa intención.
Esta tarde, mientras hacía mi ejercicio diario, lo que hago habitualmente acompañado de la radio, escuché la respuesta que dió a la prensa nuestro presidente en funciones, referida a la probabilidad de conseguir apoyos suficientes que le permitan ser investido y la posterior formación del gobierno de la nación.
Una de las razones que expuso y que imposibilitan la obtención del número de apoyos suficientes para conseguirla, es que existe una desconfianza mutua con el representante del partido calificado como “opción preferente”, para la formación de la mayoría parlamentaria y de gobierno
Y aquí aparece mi pregunta. ¿de que desconfían ambos?
Excluyendo cualquier tipo de desconfianza sentimental, empresarial, deportiva, etc., solo puedo entenderla en el ámbito de la acción política y que se podrá evidenciar en la aplicación de las medidas de gobierno que pretendan implementar.
Lo más probable es que esa desconfianza se concrete en que ambos piensen que, una vez dentro del gobierno, incumplan unos, lo que nos han prometido y/o puedan comprometer en los pactos postelectorales y los otros, pretendan llevar a cabo lo que le corresponda en el reparto de poder, con absoluta radicalidad. Mi convencimiento es que se trata de un mix de ambas posibilidades.
Unos creen que los otros no harán lo que prometieron y los otros creen que los de la “opción preferente” si harán lo que prometieron y que pondría en peligro nuestra estabilidad y la confianza de nuestros socios comunitarios.
Si esto es así, y estoy convencido de que lo es, se demuestra que por mucho que se denominen ambas formaciones de izquierda, la gestión de los asuntos de gobierno son incompatibles con sus planteamientos. Estamos ante la prueba evidente de que, la elegida como “opción preferente”, es inconciliable con la gobernabilidad del país y es la menos preferente para la consecución del fin de todo equipo de gobierno: el progreso y desarrollo de la sociedad.
¿No tendría mucho más recorrido y lógica de gobierno una coalición de partidos que abarquen desde el centro derecha al centro izquierda?. Señores políticos uds. que, habitualmente y siempre después de unos resultados electorales, se vanaglorian de que han entendido lo que han dicho los electores con su voto, ¿no creen que esta solución es la elegida por una gran mayoría y que sería la mejor para el conjunto del país?
Dejen de hacer representación teatral infantil de fin de curso, piensen en el bien de la sociedad y no solo de sus respectivos partidos y hagan política de mayores.